¿ Es apropriada la inversion de las pymes en el mercado chino?
¿ Cuales son las principales opotunidades de negocio en este pais?
¿Que ventajas y desventajas podemos encontrar?
“China va a ser una de las zonas del mundo más dinámicas económicamente durante los próximos 20 años”. Esto, en opinión del Consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial de España en Pekín, Luis Cacho, va a afectar a las relaciones con dicho país de una forma distinta a como nos han afectado hasta ahora.
“Siempre hemos visto a China como un mercado que estaba allí, con enormes potencialidades, deseable de abordar, pero se posponía porque había otras cosas más inmediatas. Sin embargo, ahora las cosas están cambiando y el mercado de China ni es tan lejano ni puede seguir esperando”, según Luis Cacho.
“Es importante tener en cuenta que China ya no es solamente un país de destino, sino que es un competidor y, en algunos sectores, un competidor temible. Con la entrada en la OMC sus productos están cada vez más presentes en el comercio internacional y la propia evolución de las exportaciones chinas lo pone de manifiesto. Detrás de esta evolución, en muchos casos están multinacionales que se han instalado en China y que desde allí van exportando. Además, se está desarrollando un tejido industrial propio que hace que todo este proceso de presencia de China en mercados exteriores tenga una velocidad exponencial”, señaló.
En opinión de Luis Cacho, “hay que ver a China desde una doble faceta: como competidor y como proveedor”. En éste último sentido afirmó que “la competitividad de los productos chinos no sólo es una amenaza, sino también una oportunidad. Gran parte de las empresas que están acometiendo relaciones con China lo hacen con vistas, bien a proveerse, bien a utilizar China como base productiva. Esto se está traduciendo en diversas modalidades como centrales de compra y subcontratación”.
Repercusiones en el mercado mundial
En opinión del Consejero Económico y Comercial de España en Pekín, la nueva situación de China nos va a afectar en varios sentidos: en primer lugar, por las potencialidades que ofrece como mercado: ”En estos momentos no hay empresa de cierto volumen o con ciertas pretensiones de globalidad que se pueda permitir tener a China fuera de sus planes estratégicos”, dijo. En segundo lugar, China se va a dejar sentir como uno de los principales fabricantes a nivel mundial en muchos sectores y como una de las bases productivas más eficientes en estos momentos, que se está convirtiendo en proveedor de muchas empresas.
China también va a afectar al resto de los países como competidor en terceros mercados y primer fabricante mundial en diversos sectores, por ejemplo, en calzado. Y en cuarto lugar, hay que tener en cuenta a China como socio, pues las empresas chinas van adquiriendo una dimensión global cada vez mayor y van saliendo a otros mercados. Ofrecen posibilidades de actuar como socios en gran número de proyectos y en gran número de ámbitos.
Fortalezas del mercado chino
Entre las principales fortalezas del mercado chino, Cacho destaca su dimensión, si bien matiza que los 1.300 millones de habitantes no son tales a efectos de posibilidad de consumo; al hecho de ser un país en el que prácticamente todos los sectores están en una fase de crecimiento y apertura; a ser un mercado de enorme dinamismo y proceso de modernización, que presenta múltiples oportunidades y en el que no hay, por lo general, problemas de liquidez, aunque sí de otra naturaleza a la hora de asegurar los pagos. Asimismo, en su opinión, lo que marca la diferencia, más allá del abaratamiento de la mano de obra, es que se trata de un mercado con una gran y eficiente capacidad organizativa.
En cuanto a las debilidades, las más latentes son la fragmentación del mercado que hace que sea imposible abarcarlo de forma global, la enorme competencia que existe en China en estos momentos, la inmadurez de los canales de distribución y las insuficiencias logísticas.
Uno de los problemas en China es el de las falsificaciones y la propiedad intelectual, que afecta a todo tipo de productos. “En China no existe reprobación social ante estas prácticas. China es un país donde la copia es un homenaje al creador”. Se está avanzando en impedir estas prácticas, pero hoy en día sigue siendo un problema.
Presencia española limitada, pero dinámica
El Consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial de España en Pekín califica la presencia española en China de “limitada, pero dinámica”. En su opinión, uno de nuestros problemas es la inexistencia de imagen del producto español. “Caemos bien, pero poco más”, afirma.
Entre las principales oportunidades de negocio para las empresas españolas en China, Luis Cacho señala los proyectos en infraestructuras, energéticos e hidráulicos, las derivadas de la creciente exigencia medioambiental (recogida y tratamiento de basuras, tratamiento de agua, energías alternativas), la construcción (material y equipamiento), y las que surgen como consecuencia del incremento de los niveles de vida (consumo de productos como vino, aceite de oliva o automóviles, y posibilidad de hacer turismo). Asimismo, para Cacho la celebración de los próximos Juegos Olímpicos en 2008 es una oportunidad de negocio.
Cacho matiza la creencia de que China no es un mercado idóneo o apropiado para las pymes. “Yo creo que en el pasado eso era quizá una reflexión válida, en un marco donde todo tenía que tener una mínima escala para que tuviera sentido económico, pero ahora cada vez se van encontrando más pymes que de una forma u otra van encontrando su hueco para hacer negocios”.
¿Está asegurado el proceso?
A la vista de las importantes transformaciones económicas y sociales que está experimentado China, Luis Cacho se pregunta: “¿El proceso está asegurado? ¿Es una línea que no tenga riesgos o posibles quiebras en el futuro?”. Su respuesta es la siguiente: “China no está exenta de riesgos futuros, y esos riesgos están ahí. Son riesgos del tipo de la definición del modelo de crecimiento económico, de los profundos desequilibrios territoriales que se están acumulando en estos momentos en China (Este-Oeste, campo-ciudad), riesgos que se derivan de variaciones en los tipos de cambio, del sistema financiero,… Pero estos riesgos son relativamente manejables”.
¿ Cuales son las principales opotunidades de negocio en este pais?
¿Que ventajas y desventajas podemos encontrar?
“China va a ser una de las zonas del mundo más dinámicas económicamente durante los próximos 20 años”. Esto, en opinión del Consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial de España en Pekín, Luis Cacho, va a afectar a las relaciones con dicho país de una forma distinta a como nos han afectado hasta ahora.
“Siempre hemos visto a China como un mercado que estaba allí, con enormes potencialidades, deseable de abordar, pero se posponía porque había otras cosas más inmediatas. Sin embargo, ahora las cosas están cambiando y el mercado de China ni es tan lejano ni puede seguir esperando”, según Luis Cacho.
“Es importante tener en cuenta que China ya no es solamente un país de destino, sino que es un competidor y, en algunos sectores, un competidor temible. Con la entrada en la OMC sus productos están cada vez más presentes en el comercio internacional y la propia evolución de las exportaciones chinas lo pone de manifiesto. Detrás de esta evolución, en muchos casos están multinacionales que se han instalado en China y que desde allí van exportando. Además, se está desarrollando un tejido industrial propio que hace que todo este proceso de presencia de China en mercados exteriores tenga una velocidad exponencial”, señaló.
En opinión de Luis Cacho, “hay que ver a China desde una doble faceta: como competidor y como proveedor”. En éste último sentido afirmó que “la competitividad de los productos chinos no sólo es una amenaza, sino también una oportunidad. Gran parte de las empresas que están acometiendo relaciones con China lo hacen con vistas, bien a proveerse, bien a utilizar China como base productiva. Esto se está traduciendo en diversas modalidades como centrales de compra y subcontratación”.
Repercusiones en el mercado mundial
En opinión del Consejero Económico y Comercial de España en Pekín, la nueva situación de China nos va a afectar en varios sentidos: en primer lugar, por las potencialidades que ofrece como mercado: ”En estos momentos no hay empresa de cierto volumen o con ciertas pretensiones de globalidad que se pueda permitir tener a China fuera de sus planes estratégicos”, dijo. En segundo lugar, China se va a dejar sentir como uno de los principales fabricantes a nivel mundial en muchos sectores y como una de las bases productivas más eficientes en estos momentos, que se está convirtiendo en proveedor de muchas empresas.
China también va a afectar al resto de los países como competidor en terceros mercados y primer fabricante mundial en diversos sectores, por ejemplo, en calzado. Y en cuarto lugar, hay que tener en cuenta a China como socio, pues las empresas chinas van adquiriendo una dimensión global cada vez mayor y van saliendo a otros mercados. Ofrecen posibilidades de actuar como socios en gran número de proyectos y en gran número de ámbitos.
Fortalezas del mercado chino
Entre las principales fortalezas del mercado chino, Cacho destaca su dimensión, si bien matiza que los 1.300 millones de habitantes no son tales a efectos de posibilidad de consumo; al hecho de ser un país en el que prácticamente todos los sectores están en una fase de crecimiento y apertura; a ser un mercado de enorme dinamismo y proceso de modernización, que presenta múltiples oportunidades y en el que no hay, por lo general, problemas de liquidez, aunque sí de otra naturaleza a la hora de asegurar los pagos. Asimismo, en su opinión, lo que marca la diferencia, más allá del abaratamiento de la mano de obra, es que se trata de un mercado con una gran y eficiente capacidad organizativa.
En cuanto a las debilidades, las más latentes son la fragmentación del mercado que hace que sea imposible abarcarlo de forma global, la enorme competencia que existe en China en estos momentos, la inmadurez de los canales de distribución y las insuficiencias logísticas.
Uno de los problemas en China es el de las falsificaciones y la propiedad intelectual, que afecta a todo tipo de productos. “En China no existe reprobación social ante estas prácticas. China es un país donde la copia es un homenaje al creador”. Se está avanzando en impedir estas prácticas, pero hoy en día sigue siendo un problema.
Presencia española limitada, pero dinámica
El Consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial de España en Pekín califica la presencia española en China de “limitada, pero dinámica”. En su opinión, uno de nuestros problemas es la inexistencia de imagen del producto español. “Caemos bien, pero poco más”, afirma.
Entre las principales oportunidades de negocio para las empresas españolas en China, Luis Cacho señala los proyectos en infraestructuras, energéticos e hidráulicos, las derivadas de la creciente exigencia medioambiental (recogida y tratamiento de basuras, tratamiento de agua, energías alternativas), la construcción (material y equipamiento), y las que surgen como consecuencia del incremento de los niveles de vida (consumo de productos como vino, aceite de oliva o automóviles, y posibilidad de hacer turismo). Asimismo, para Cacho la celebración de los próximos Juegos Olímpicos en 2008 es una oportunidad de negocio.
Cacho matiza la creencia de que China no es un mercado idóneo o apropiado para las pymes. “Yo creo que en el pasado eso era quizá una reflexión válida, en un marco donde todo tenía que tener una mínima escala para que tuviera sentido económico, pero ahora cada vez se van encontrando más pymes que de una forma u otra van encontrando su hueco para hacer negocios”.
¿Está asegurado el proceso?
A la vista de las importantes transformaciones económicas y sociales que está experimentado China, Luis Cacho se pregunta: “¿El proceso está asegurado? ¿Es una línea que no tenga riesgos o posibles quiebras en el futuro?”. Su respuesta es la siguiente: “China no está exenta de riesgos futuros, y esos riesgos están ahí. Son riesgos del tipo de la definición del modelo de crecimiento económico, de los profundos desequilibrios territoriales que se están acumulando en estos momentos en China (Este-Oeste, campo-ciudad), riesgos que se derivan de variaciones en los tipos de cambio, del sistema financiero,… Pero estos riesgos son relativamente manejables”.
Articulo del 2 de junio 2004
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